Población.
Los residentes del Ática (•Attikæh) eran ciudadanos libres (polæitai), forasteros (mæetoikoi) o siervos (douloi), pertenecientes al pueblo (dhmøosioi douloi) o privados. El esclavo podía ser emancipado (•apeleæuyerow) y convertirse en meteco. El meteco carece de derechos políticos (voto, etc.) y de algunos civiles (no puede comprar suelo, p. e.), debe ser representado por un ciudadano (prostæathw) ante los tribunales, etc., y pagar un metoæikion por residir en el Estado ateniense. En casos de gran mérito se les otorgaba la •isoteleæia o “igualdad de cargas” con los ciudadanos (pero no derechos políticos). Por su linaje, los ciudadanos formaban gæenh agrupados en fratræiai, al modo de los demás griegos. Cada fratría y geno tenía un culto común específico. Los miembros de una familia (fueran o no del mismo geno el padre y la madre) eran suggeneiw (pron.: süngeneis). Todos rendían culto a Zeus Doméstico y Apolo Patrio. Los atenienses de estirpe noble eran e•upatræidai y e•ugeneiw, por oposición al pueblo, dmow, o multitud, plhyow, en que se integraban pequeños agricultores (gevmæoroi, geómoros, dueños de una pequeña hacienda u o¢ikow) y gentes de los oficios (dhmiourgoæi, demiurgos). Para la participación política, los atenienses formaban tribus o fulaæi. Los poblados (kævmai), también llamados “demos”, se agrupaban políticamente formando un solo Estado (pæoliw), a través, según creencia tradicional, de un proceso paulatino de integración voluntaria (sunoikismæow, sinecismo).
Divisiones de Solón y Clístenes.
Solón agrupó a los atenienses no según linajes, sino por fortunas, en cuatro grupos, de pentakosiomæedimnoi o con renta anual de 500 medidas (52’5 litros cada mæedimnow); ecuestres (•ippeiw), con 300 medimnos, capaces de mantener al menos un caballo (øippow) y el equipo hoplítico completo; zeugitai, con renta de 200 medidas (propietarios de una yunta, zeugow), obligados también a armarse; y los thetes o tetes (yhtes), con escasa o nula renta, combatientes ligeros, arqueros, honderos y remeros. Desde Clístenes, la •isovomæia igualó oficialmente a los atenienses sin considerar estirpes. Tomaron nombre civil según el demo de procedencia. Se crearon diez “tribus” políticas artificiales e igualitarias, compuestas por diez tritias (trittæuew), de las que unas eran litorales (de la paralæia), otras interiores (de la mesæogeia o tierra central) y, otras, urbanas (de la ?astu o núcleo urbano de Atenas, excluidos el Pireo y Falero). Cada tritia reunía a un grupo variable de demos y en ellas hubo, por fuerza, pobres, ricos, eupátridas, demiurgos, geómoros y habitantes de todas las comarcas.
Instituciones colegiadas.
Las principales eran la Asamblea y el Consejo (boulæh). La escasa población permitía el sistema de democracia directa (reservada a los varones). La Asamblea •(ekklhsæia; de •ek+kalæev, convocar) la formaban los ciudadanos en pleno disfrute de derechos (•epæitimoi) y celebraba sesiones ordinarias (næomimoi) y extraordinarias (sæugklhtoi, leer süncletoi, con acento en la ü) en la plaza del mercado (•agoræa) y, luego, en la explanada de la Pnæuj, la colina Pnyx. Cualquiera podía ser orador en la tribuna (b•hma), bajo presidencia de un moderador (prostæathw, præoedrow), asistido por alguaciles (lexiarcas, lhjæiarxoi) y guardias arqueros (tojæotai). Se votaba a mano alzada (xeirotonæia) o con guijarros (chfoi, pséfoi). Las leyes aprobadas eran chfæismata, psefísmata (sing., pséfisma). Desde Pericles, hubo una dieta por asistencia (misyæow) de 1 óbolo, que luego fue de 3. El Consejo constaba de 400 miembros, pero Clístenes asignó 50 consejeros por año a cada tribu política (= 500). Los buleutas pasaban examen (dokimasæia) ante el Consejo saliente y debían tener 30 años y la •epitimæia. Estudiaban en el Buleuterio los asuntos y enviaban su propuesta (proboæuleuma “problema”) a la Asamblea, para discusión y solución. El año se dividía en diez períodos iguales (pritanías): los 50 buleutas de una tribu eran, cada pritanía, los prítanos (prutæaneiw), o sea, la diputación permanente del Consejo, que actuaba en la Rotonda (Yæolow), dirigida por su •epistæathw o presidente del día. Al cabo de un año, rendían cuentas (e•uyæunh).
Otras instituciones.
Los 9 arcontes pasaron a ser 10 con Clístenes, anuales y colegiados. El principal era el epónimo (øarxvn •epævnumos), que daba nombre al año civil. El arconte rey (øarxvn basileæuw) estaba al frente del culto, el polæemarxow, de los asuntos militares y de los 10 strathgoæi electos. Y los restantes eran los yesmoyæetai (tesmotetas) y el secretario del arcontado o grammateæuw. Los funcionarios menores eran los epimeletas (•epielhtaæi), nombrados o elegidos y de varia clase. Los jueces eran 600 ciudadanos de cada tribu (=6.000; mil de ellos, suplentes) o •hliastaæi (heliastas), elegidos anualmente por la Asamblea, adultos y epítimos y formaban la Heliea (•Hliaæia). Se agrupaban en 10 salas o dicasterios (dikastæhria) de 500 jueces, estudiaban las causas (dæikai) y cada acusación escrita (grafæh), oían a los testigos (mæarturew) y, tras instrucción sumarial (•anæakrisiw), a los oradores (logogræafoi), para imponer pena (tæimhma), que ejecutaban Los Once. El Areópago, senado convertido en alto tribunal (tÆo •en •Areæiºv pæagºvdikastæhrion), reunido en la “colina de Ares”, se formaba con los ex arcones más prestigiosos. El gobierno municipal lo desempeñaban en Atenas diez •astunæomoi (astínomos). Había 10 inspectores de mercado (•agoranæomoi), 15 de transacciones (metronæomoi) y otros de vialidad (•epimelhtaæi).
Finanzas.
El Consejo dirigía las finanzas comunitarias (koinÆh dioæikhsiw) a cuyo frente había un tesorero general o tamæiaw, cuatrienal y elegido por la Asamblea y asistido por diez pvlhtaæi (poletas), uno por tribu. La gestión ordinaria se encomendaba a los colacretas (kvlakræetai), sustituidos bajo Clístenes por diez apodectas (•apodæektai o receptores), uno por tribu, a cuyo servicio estaban los cobradores (præaktorew). Una especie de tribunal de cuentas lo formaban los logistas o contadores y los eutinos o censores, diez de cada clase, elegidos por las tribus (logistaæi, euyunoi). Los ingresos (pæoroi, præosodoi) y tributos (fæoroi, suntæajeiw) a los aliados de la Liga (summaxæia) se completaban con donativos (•epidøseiw) o impuestos extraodinarios (e•isforaæi) a los ricos y, desde 378, con las agrupaciones de contribuyentes, 120 atenienses acomodados por tribu reunidos en summoræiai de a 60. Los 15 más ricos de cada simmoría regulaban su aplicación y debían adelantar la cantidad de su bolsillo en caso urgente (proeisforæa). Otros gastos asignados a particulares eran las liturgias (leitourgæiai): para competiciones (gumnasiarxæiai), teatro (xorhgæiai) o legaciones (yevræiai, •estiæaseiw). El Estado pagaba de una caja especial (yevrikæon) la asistencia a fiestas públicas de los necesitados. Gravoso era el encargo de armar una triera (trihrarxæia), a veces asignado a grupos (suntæeleiai) de 60 ciudadanos.
Fuente: http://www.unav.es/hAntigua/textos/docencia/grecia/practicas/democracia.html
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